Diversidad familiar : Reflexiones

Comencé mi aventura de ser madre como monoparental porque aún teniendo pareja , ella no sentía el mismo deseo de ser madre y yo no quería dejar de cumplir mi sueño de serlo. El respeto y el amor que nos teníamos hizo que mi sueño se hiciese realidad y en forma de la más preciosa criatura que conozco: Miss C

Miles de preguntas pasaban por mi cabeza antes, durante, después del parto y pasados los años respecto a este tema ( y otros claro esta!) .¿Cómo le explicaría  nuestro modelo de familia? ¿ Cómo se sentiría cuando los niños le preguntasen por su papa? ¿ Cuál sería la reacción de la amigos, colegio, familia si un día mi hija dijese que tenía dos mamas? ¿ Como podría yo acompañarla para que fuese más  fácil?

Y así han pasado los años y las preguntas han ido obteniendo respuesta más fácilmente de lo que una pensaba. Aunque es ahora que casi con sus seis años Miss C es consciente de su modelo familiar y así nos lo hace ver con sus preguntas, su querer saber más sobre su nacimiento/familia y a veces su necesidad de verse reflejada en el modelo familiar de alguna de sus amigas.

Durante este tiempo (casi seis años)  he tratado de enseñar a mi hija a ser una niña segura , autónoma y con criterio  propio suficiente  para que nadie la pueda hacer daño por no ser  igual a la mayoría . Le he mostrado a través de cuentos la gran variedad de familias que existen y no solo su modelo familiar porque creo que necesita entender que hay más de un tipo de familia y que TODOS son válidos y felices.

Este verano y de ahí mi reflexión, he podido observar como los niños  son capaces de aceptar con naturalidad aquello que desconocen como puede ser el hecho de que una niña tenga dos mamas . Por el contrario , los adultos no son capaces más que de quedarse cortados y decir frases tan estúpidas como " que moderna eres por tener dos mamas" .

Intentamos cambiar el mundo tratando de educar a los adultos pero visto lo visto , estos no tienen remedio alguno. Son los niños los que deben ser educados en la diversidad familiar, cultural y en el respeto por el otro sea como sea. No se trata de enseñarles a ver que mi forma de vida es la mejor , sino que hay otras y todas merecen la pena vivirlas.

Como madre y como profe pongo mi granito de arena para que esto ocurra pero a veces pienso si lo conseguiremos algún día. Mientras tanto seguiré en mi empeño de educar a mi hija en la igualdad y respeto por si misma y por los demás.